jueves, 29 de septiembre de 2011

Disfruta tu vida y que los demás se enteren!!


¿Existen técnicas con base científica que nos ayuden a mejorar nuestras vidas en menos de un minuto? Si, aquí los dejo con un resumen de algunos de los  estudios más interesantes, realizados por Richard Wiseman que el mismo publica en su libro 59 segundos para pensar mejor.

Si crees que te mienten, pide un correo electrónico!
Las pistas más fiables para descubrir una mentira son las palabras que utilizamos, ya que los mentirosos suelen entrar en menos detalles, vacilan más e intentan evitar las referencias a ellos mismos (yo, a mí, mío). Además, solemos mentir un 20% menos en los correos electrónicos que en las llamadas de teléfono, porque las palabras quedan escritas y pueden regresar para atormentarnos en el futuro.



Una planta para la creatividad!
Adornar la oficina con plantas aumenta un 15 % el número de ideas creativas en los hombres y ayuda a las mujeres a ofrecer soluciones más originales a los problemas. Las plantas reducen el estrés y ponen de buen humor, lo que, a su vez, fomenta la creatividad.



Quieres pedir algo? Toca!
Tocar brevemente a alguien en la parte superior del brazo hace que esté más dispuesto a aceptar una petición, ya que ese contacto se percibe inconscientemente como una señal de estatus superior.
En un estudio sobre citas, ese toquecito aumentó un 20% la cantidad de personas que aceptaban una invitación a bailar en un pub y un 10% la cantidad de personas que daban su número de teléfono a un desconocido en la calle.



Escribe sobre tu relación
Las parejas que pasan unos minutos a la semana escribiendo sus pensamientos y sentimientos más profundos sobre su relación aumentan un 20% sus probabilidades de seguir juntos. Esta “escritura expresiva” hace que las parejas utilicen un lenguaje más positivo al hablar entre ellas, lo que conduce a una relación más sana y feliz.



Que dejarás tras de ti? Ten en cuenta tu legado!
Si pensamos durante un minuto en que un amigo íntimo asiste nuestro funeral, y reflexionamos sobre nuestro legado personal y profesional, nos resulta más fácil identificar los objetivos a largo plazo y evaluar si estamos avanzando para hacerlos realidad.



Para comer menos...
La combinación normal-despacio era más eficaz que comer despacio durante toda la comida, lo que indica que el secreto para sentirse satisfecho es empezar a la velocidad habitual, para después saborear cada uno de los bocados. Así que, si quieres beber menos, aléjate de los vasos chatos y sé fiel  los altos y estrechos. Para reducir la ingesta  de alimentos, asegúrate de no tener nada tentador delante guardándolo en un lugar de difícil acceso, como la parte superior de una despensa o el sótano. Las distracciones durante la comida, como ver la televisión, leer una revista o incluso charlas con otras personas, hacen que comamos más.
No hacemos falta llevar un diario como el de Samuel Pepys para conseguirlo; se obtiene el mismo efecto si garabateas lo que comes en un Post-it o te envías un correo electrónico. Según esta teoría, ser consciente de lo que consumes a diario te ayudará a abandonar viejos hábitos y a comer menos.
Los resultados revelan que los participantes con los paquetes de patatas light consumieron el doble de patatas que los que tenían las bolsas grandes. Los investigadores especularon que los que tenían las bolsas light no sentían la necesidad de  controlarse tanto y por consiguiente, acaban comiendo más.




Mejora tu vida, día a día. Vive!!! los demás lo notarán rápidamente y pronto empezarás a rodearte de personas valiosas para tu plan de vida!

Sigue adelante por una vida mas rica y poderosa!!

Con cariño

@EdwarGuisao
Asesor en Emprendimiento e Inteligencia Emocional

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martes, 20 de septiembre de 2011

TU SI PUEDES!!!



Un nuevo libro señala que la fuerza de voluntad no es innata. Se trata más bien de una cualidad que se debe aprender a ejercitar, como un músculo, para tomar decisiones acertadas. 

Para que las personas logren ser exitosas necesitan algo más que un coeficiente intelectual elevado y una dosis de buena suerte. Deben saber controlar sus emociones para evitar caer en las tentaciones y cometer errores que puedan afectar su bienestar y los objetivos que se han trazado. Sin embargo, ese autocontrol requiere de una motivación y un impulso interno: la fuerza de voluntad, una cualidad que pocos creen poseer pero que cualquiera puede desarrollar y convertirla en su mejor aliada. Así lo afirman Roy Baumeister, un profesor de Psicología de la Universidad del Estado de Florida, y John Tierney, un irreverente y galardonado columnista de The New York Times, autores del libro Willpower: Rediscovering the Greatest Human Strength. Ambos investigaron a fondo su funcionamiento y cómo afecta la vida diaria de las personas.

Aunque los conceptos de autocontrol y fuerza de voluntad fueron tratados por grandes pensadores de la historia como Aristóteles, Nietzsche o Darwin, quienes los veían como elementos que diferenciaban a los seres humanos de los animales, no fueron estudiados desde una perspectiva científica sino hasta en la  década de los sesenta. Un experimento realizado por el psicólogo estadounidense Walter Mischel fue clave para empezar a entender cómo funcionan estas conductas en las personas y cuáles son los efectos que tienen en su vida. Mischel analizó la capacidad de autocontrol de un grupo de niños que acababan de cumplir 4 años de edad. Para ello los puso a escoger entre comerse un postre de inmediato o ingerir dos al cabo de 15 minutos, durante los cuales no debían tocar el primero. El investigador les hizo seguimiento y años después descubrió que quienes sí fueron capaces de aguantar ese lapso eran personas más centradas, sociables, con mayor autoestima y menos estresadas que quienes cayeron en la tentación. Sin embargo, el autor señaló que aquellos que resistieron "no vencieron el deseo, simplemente lo olvidaron".




A finales de la década de los noventa, Baumeister realizó experimentos similares a los de Mischel. El autor hizo que sus estudiantes tuvieran que resistir la tentación de comer chocolates cuando tenían hambre o de reírse al ver una comedia. A este efecto el autor lo llama 'reprimir el ego', un proceso clave para controlar las pasiones. Con estos trabajos llegó a la conclusión de que la voluntad, al igual que un músculo, puede ejercitarse y fortalecerse, pero también puede fatigarse fácilmente porque la gente hoy toma muchas decisiones a diario -algunos cálculos señalan que podrían ser entre 2.500 y 10.000-. En la misma medida han aumentado las tentaciones, por lo cual esta virtud cobra mayor relevancia. Baumeister y Tierney afirman que dicho cansancio hace que las personas pierdan fuerza de voluntad, que no sean disciplinadas y tomen malas decisiones. "Esta fatiga ayuda a explicar por qué las personas del común viven con tanto estrés, se vuelven irascibles, gastan más de la cuenta y compran cosas que no necesitan en realidad. No importa qué tan racionales o intelectuales sean, tienen que pagar un costo biológico", afirma Tierney.

Los autores afirman que el autocontrol es, en parte, una cuestión mental y las personas pueden neutralizar el deseo por medio de la fuerza de voluntad o de carácter. La clave está en no pensar en lo placentero que es ese pastel o el estímulo al que se enfrenta cada quien en su momento. No obstante, como aclara Jorge Forero, presidente del Instituto para el Desarrollo de la Salud Emocional, en Colombia, "el descontrol está determinado en algunos casos por causas biológicas. Por ejemplo, las personas que sufren de adicciones no pueden controlarse por más fuerza de voluntad que tengan, porque padecen una enfermedad", le dijo a SEMANA. 



Pero en la mayoría de las personas, la fuerza de voluntad puede entrenarse. Y para ello es clave la glucosa, que es el combustible del organismo y por lo tanto de la región del cerebro que está involucrada con el autocontrol. De acuerdo con la evidencia encontrada por los investigadores, esta zona necesita de dicha fuente de energía para funcionar adecuadamente. Por ejemplo, Baumeister y Tierney encontraron que si alguien toma una decisión después del almuerzo, lo hace correctamente y sin dudarlo tanto. En un experimento que citan en el libro, realizado en un juzgado de Israel y en el que los jueces debían tomar la decisión sobre si se les otorgaba o no libertad condicional a los acusados, los investigadores notaron que cuando lo hicieron después de almuerzo tomaron la decisión correcta en 65 por ciento de los casos. Esto indica que cada decisión que la gente toma representa un alto consumo de energía.
Lo cierto es que los expertos coinciden en que lo más importante es cambiar algunos comportamientos y hábitos para lograr ejercitar el autocontrol y potenciar la fuerza de voluntad. Haciendo uso de la metáfora del músculo, un ejemplo concreto de cómo ejercitar la fuerza de voluntad es que la gente siga la cuenta de lo que come, haga ejercicio regularmente y use el mouse del computador con la mano menos hábil. Así lo hizo Baumeister con un grupo de estudiantes y dichas acciones los ayudaron a tener más control de sí mismos y a disminuir sus malos hábitos como fumar, beber o comer golosinas y ver televisión en exceso. Como le dijo Forero a esta revista, "el autocontrol es un cambio de actitud"
Tomado de http://www.semana.com/vida-moderna/puedo/164231-3.aspx

Con Cariño

@EdwarGuisao
Asesor en Emprendimiento e Inteligencia Emocional

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